El día perfecto en los Cotswolds

Antes de nuestro viaje, un amigo que conoce bien el Reino Unido nos dio un consejo crucial: «Ni se os ocurra conducir por los Cotswolds. Las carreteras son estrechas y aparcar es un infierno. Buscad un buen tour». Resultó ser el mejor consejo que recibimos.

Elegir este tour para grupos pequeños fue clave para un día perfecto. Desde el momento en que salimos de Bath, nos pareció menos un tour y más un viaje familiar por carretera. El minibús era cómodo y, con solo unas pocas personas, fue fácil charlar y conocernos.

Nuestro guía, David, fue el ingrediente secreto que hizo que el día fuera tan especial. Era un conductor realmente fantástico, conduciendo por esos caminos sinuosos como si hubiera nacido para ello, pero también era un narrador brillante. No solo nos dio datos y fechas, sino que compartió anécdotas divertidas y señaló pequeños detalles que uno se perdería cientos de veces por sí solo.

¿Y los pueblos en sí? ¡Ah, están a la altura de las expectativas, y mucho más! Entrar en Castle Combe por primera vez es un momento inolvidable: es tan tranquilo y de una belleza imposible.

Lo que realmente me encantó fue el ritmo. Este no fue un tour de "mirar por la ventana y tomar una foto". Tuvimos bastante tiempo libre en cada lugar para explorar a fondo. Paseamos por las tiendas de Stow-on-the-Wold, encontramos un sitio encantador para comer y pudimos ver todos los lugares destacados, como la famosa Arlington Row de Bibury y el río en Bourton-on-the-Water, sin sentirnos presionados.

Sinceramente, todo el día funcionó a la perfección... fue como si hubiéramos descubierto una forma de viajar. Vimos muchísimo más de lo que podríamos haber visto por nuestra cuenta. Una experiencia de 10/10 que recomendamos a cualquiera.